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Sayago
La identidad ancestral de una tierra se refleja en aquello que dejaron los que antes la habitaron. Las piedras no pueden llevarse al otro lado.
Esta tierra, dura y perenne como una piedra, vio nacer, crecer, vivir y morir a tantos hombres y mujeres como siglos ya pasaron. ¡Cómo pensar que sea la tierra la que nos pertenezca, y no nosotros a ella!